Ya se viene el Machaq Mara, Mara T’aqa o Willka Kuti, cumpliéndose con ello el año 5523 (Se toma como referencia, la llegada de Colon en el año 1492, donde se cumplían 5.000 años). En este párrafo vamos a escribir a cerca de la magia y ciencia oculta que ha transmitido nuestros ancestros en toda una vida, para darnos a entender la esencia de la vida del hombre andino. Es claro que la vida de aquellos tiempos, no es la que nosotros percibimos actualmente con nuestra forma típica de actuar a diario, con nuestras preocupaciones urbanas y de comodidad, con dos elementos claros de destrucción de nuestra naturaleza; el consumismo y la depresión. Son temas actuales que surgen de cómo nuestra vida ha cambiado y ha girado en torno a concepto de tiempo global. Este acontecimiento que llega nos llama a comprender que nuestra vida no se basa en solo trabajar y producir, sino más bien en sincronizarse con Energías del Cosmos, pues esa comprensión del todo no está en la tierra, sino en el “cielo”. Así lo comprendieron culturas hace miles de años, y por eso que esta festividad y su 21 de Junio no es una fecha casual, es un pulso de la galaxia y su inmensidad para considerar que llega un nuevo ciclo solar. Por eso vamos mostraremos a través un software de astronomía, que los abuelos son muy buenos observadores de las estrellas. Estudiaron con gran pulcritud el movimiento solar y en especial una constelación que ya la he mencionado en estas publicaciones, que en el mundo astronómico se conoce como “Orion” y para el mundo andino es un “mensajero” y está representado por un “ser con los codos encogidos y una cola larga”. Bueno a través del software “Stelarium”, podemos visualizar las posiciones de las estrellas en cualquier parte del mundo. Sabemos que el mapa estelar en un hemisferio es distinto a otro, por ejemplo la cruz del sur, se ve solo en el hemisferio sur, así como otras estrellas. Pues bien, colocando una fecha determinada podemos ver las posiciones estrellas, como por ejemplo “Orion”. Podemos ver su posicion el dia 21 de Junio, en el amanecer, momento donde aparecen los primeros rayos del Sol, y la magia que produce es que exactamente la constelación de orion se ubica en posicion alineada con el Sol, cuyo efecto es lo nos muestra en cuadros antiguos, donde el “mensajero envía un vaso de chicha al sol”, es el momento de compartir con el sol, de ch’allar con él para que entre en “calor”,y de despachar al sol para se vaya y vuelva con su energía. Así se entendía la astronomía, como si fuese algo familiar de la vida de la comunidad y él ser parte de nosotros.